El 31 de marzo, y durante únicamente 6 funciones volvió, dentro del marco de L’OffLaVillarroel, A fuego, un montaje de la compañía teatral La Bella Otero, escrito e interpretado por Pablo Macho Otero y con codirección de Pablo Macho Otero y Emma Arquillué. La obra es una producción de Mola producciones.
A fuego es el cuarto espectáculo de la compañía que, como ya es habitual en sus espectáculos, reflexiona sobre los retos y problemáticas más actuales, reconociendo su estela en la trayectoria de la humanidad.
En este caso, el texto parte de la eterna problemática sobre el olvido, el anonimato y la necesidad de validación y de sobrevivir a la muerte pasando a la posteridad, un ansia que, si bien siempre ha estado presente a lo largo de nuestra historia, llega a su máxima expresión en las circunstancias de exposición digital y, en la actualidad, gobiernan nuestras internos y de nuestras interacciones.
El texto de Pablo Macho Otero, totalmente escrito en verso y en clave de comedia, recupera la figura de Heróstrato, pastor de la Antigua Grecia que, en el siglo IV a. C., incendió el templo de Ártemis en Éfeso, considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo, con la intención de que su nombre fuera recordado. Este acto, en ningún caso único a lo largo de la historia, impactó fuertemente en nuestra herencia cultural, apareciendo tanto en productos audiovisuales como engendrando una terminología médica en psicología llamada “complejo de Heróstrato” que define a un individuo con una necesidad imperiosa de hacerse notar y conseguir la fama a cualquier precio.
Estrenada en la sala La Gleva hace dos temporadas, la obra dio el salto a La Villarroel, dentro de la programación de L’OffLaVillarroel, en 2024, donde se convirtió, rápidamente, en un éxito absoluto de crítica y público, destacando la calidad del texto y la originalidad de la propuesta, y otorgando, a la joven.
El autor, codirector y protagonista de la pieza, Pablo Macho Otero, explica así la propuesta:
“Me interesaba mucho el tema de la notoriedad. Todo el mundo tiene ganas de ser visto por los demás y de ser recordado, y lo conecto mucho con el miedo a la muerte, sobre todo cuando eres ateo. inante y, por mí, representa la figura del tik toker, muy representativa de mi generación. A fuego es un monólogo que mezcla la figura del autor, la figura de Heróstrato y, también, elementos de mi propia vida.»
El espectáculo se convierte en una reflexión de máxima vigencia sobre el anonimato de los individuos en sociedad, sobre la desesperación por no caer en el olvido y por combatir la muerte dando sentido a nuestras vidas. En este sentido, Emma Arquillué, codirectora del espectáculo, explica: «Estamos en un momento en el que nos sentimos tan sólo que tenemos la necesidad constante de que la gente nos mire, nos dé su aprobación, que nos haga sentir que existimos, en definitiva. En este mundo tan individualista, hemos llegado a un punto de tanta soledad que necesitamos la mirada externa para sentirlo que existimos».
Sinopsis
¿Quién no desearía ser recordado para siempre?
Heróstrato, un pastor de la Antigua Grecia, incendió el templo de Ártemis de Éfeso, considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo. Tras ser detenido, interrogado y torturado, acabó confesando la verdadera razón que lo había llevado a cometer ese acto: pasar a la posteridad.
En este monólogo íntegramente en verso, lleno de sátira, juegos de palabras y metateatralidad, veremos cómo la fascinación del protagonista por la figura de Heróstrato se convierte progresivamente en una obsesión, hasta hacerle cometer un crimen a la altura de su ídolo infame.
Saltando de un personaje a otro, el autor-intérprete ríe de su propia megalomanía, invitándonos a reflexionar sobre el narcisismo imperante de nuestra época y el deseo intrínseco al ser humano de dejar huella; ya sea a través de una expresión artística, un oficio, una revolución o un acto criminal.