Los entremeses de Miguel de Cervantes regresan a este escenario del Siglo de Oro. Enmudecer con hablar, dirigida por Abel González Melo, vuelve con la prosa más divertida y descarada del alcalaíno más universal. Una propuesta familiar que puede aficionar a los más jóvenes, a partir de 13 años, al teatro
Más de 3.000 espectadores han podido disfrutar de esta obra en sus primeras funciones en octubre, convirtiendo esta producción de la Fundación Teatro de La Abadía y del Ayuntamiento de Alcalá de Henares en una sorpresa de la programación de esta temporada 2023-2024 en el Corral
Una producción llevada a cabo para celebrar el 25 aniversario de la declaración de Alcalá de Henares como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en un sitio emblemático como es el Corral de Comedias de Alcalá. El único en pie desde 1602 con parte de la arquitectura original de la época
El director artístico de esta joya arquitectónica y cultural de la ciudad cervantina, Juan Mayorga, afirma que «el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, uno de los teatros más bellos del mundo, por cuyas tablas han pasado las obras y los personajes más importantes de la escena universal, se halla en el corazón de una ciudad asimismo extraordinaria por su belleza y por su historia».
Según Abel González Melo, «la palabra de Cervantes nos devuelve la alegría, la libertad, la fiesta, el carnaval y la farsa. Regresar a la riqueza y a la sonoridad de la palabra cervantina, que donde mejor se disfruta es encima del escenario, es todo un regalo».
Commedia dell’Arte, música y Cervantes
Para la creación de la puesta en escena, el elenco ha trabajado con Mariano Aguirre para entrenar las técnicas de la Commedia dell’Arte, «un tipo de representación que entronca muy bien con el espíritu cervantino y con la picaresca. Es alegría y vitalidad». Acompañan este estilo las máscaras auténticas de cuero de Antonio Fava, «el gran maestro actual de Commedia dell’Arte«, añade Aguirre, que sirven a los personajes sobre el escenario para acentuar sus rasgos.
La recreación de esta serie de personajes, ricos y desprejuiciados, cuenta con el exhaustivo trabajo de investigación del diseñador escénico y de vestuario Javier Chavarría. Esta labor de documentación se inspira en «las pinturas barrocas del siglo XVII para determinar los tonos y texturas predominantes que se reflejan en los trajes de los personajes masculinos y femeninos. En el segundo entremés, para recrear los interiores de las casas, tomé como referencia las pinturas flamencas de la misma época, como los cuadros de Vermeer, con sus ventanas y celosías».
El trabajo con el elenco de la obra, con Betiza Bismark, Antonio Dueñas, Georbis Martínez, Rey Montesinos y Yanet Sierra, asegura Mariano Aguirre que «ha sido muy gratificante, ya que son muy intuitivos, están muy bien formados, y el desempeño con las máscaras y la gestualidad ha resultado muy enriquecedor». Ellos son los encargados de dar vida a los múltiples personajes de estos dos entremeses, entre los cuales se pueden reconocer fusiones de las criaturas cervantinas con Pullcinella, Scapino o el Dottore.
Martínez por su parte da vida en el intermedio a una suerte de alter ego de Cervantes, a partir del prólogo que el gran autor escribiera en 1615 para la publicación de Ocho comedias y ocho entremeses nuevos.
Dueñas, además de intérprete de pequeños papeles dentro de este dítptico entremesil, también ameniza los actos con el acompañamiento musical de una mandolina porque, como razona, «nos dimos cuenta de que este era el instrumento que mejor hacía de puente entre la Commedia dell’Arte y el universo cervantino». Gracias él se amplifican las emociones y las acciones dramáticas del texto y para eso «recurrimos a la música contrapuntística, donde prima lo sonoro obre la palabra, y a los ritmos ternarios, con el fin de lograr un carácter más popular y de picaresca».
Cervantes, un autor del futuro
En ‘El vizcaíno fingido‘ dos caballeros buscan timar a una dama, y en ‘Los habladores‘ la incontinencia verbal tendrá sus consecuencias. «Precisamente este entremés pertenece el verso octosílabo que da título a nuestro espectáculo: Enmudecer con hablar”, afirma Abel González Melo, quien asume la responsabilidad de continuar esta tradición de La Abadía en la representación de entremeses cervantinos.
Esta casa teatral ya lo hizo con las exitosas y emblemáticas producciones de Entremeses (que incluía ‘El viejo celoso’, ‘La cueva de Salamanca’ y ‘El retablo de las maravillas’), dirigida por José Luis Gómez y Rosario Ruiz Rodgers en 1996, y que contó con sucesivas reposiciones, y Dos nuevos entremeses, nunca representados (‘La guarda cuidadosa’ y ‘El rufián viudo llamado Trampagos‘), con dirección de Ernesto Arias, en 2016.
Abel González Melo opta por dos textos de Cervantes que «nos sorprenden con la sinceridad, la frescura y la insolencia de sus personajes. Él no es solo el más actual de nuestros escritores, sino que es nuestro autor del futuro: disfrutándolo en escena, volvemos a percatarnos de tanta libertad perdida en un mundo como el actual, tan dado a lugares comunes, a los juicios inmediatos y a la moralización extrema». El propio Cervantes, que había sido devoto de los entremeses de Lope de Rueda, «captó lo mejor de este para luego transformar esa herencia en un lenguaje poderoso donde coloquialismo y estilización se mezclan».