Una comedia romántica que habla de las muchas formas de enamorarse: el amor en pareja, el amor en la amistad… y el amor hacia unx mismx.
Protagonizada por Teresa López, Ger y Raúl Pulido, y con autoría y dirección de Carlos Mesa, la obra está basada en la novela de la propia Teresa López Cerdán e ilustra, de forma tierna y divertida, los obstáculos que enfrentan las mujeres a la hora de embarcarse en el convulso océano de las relaciones amorosas, el Tinder y la propia autoestima mientras intentan mantenerse fieles a sí mismas.
Además, la dramaturgia ha buscado mantenerse fiel al material original, adaptando el concepto de novela y buscando la metaficción a través de Karma, el personaje principal. En efecto, la protagonista escribe su propia novela en la que plasma sus aventuras y desventuras en el terreno del amor. Este recurso permite reflexionar sobre nuestra propia mirada subjetiva y sobre cómo decidimos presentarnos a los demás y hasta qué punto somos sinceros con los demás y con nosotros mismos. Tal y como explica la compañía: «En la adaptación a escena hemos buscado ese marco que dé coherencia al espectáculo: Karma está escribiendo su propia novela, su propia historia. Esto le permite manipular situaciones, personajes… y generar momentos que casi rozan el absurdo. Y hace al público preguntarse: ¿Cómo contamos nuestra propia vida? ¿Cómo la manipulamos para narrarla?
La propuesta, estrenada el pasado abril en los Teatros Luchana de Madrid, y tras conquistar a crítica y público, llega ahora al Teatre Condal, donde permanecerá solo hasta el 4 de febrero.
Sinopsis
Escribir tu propia comedia romántica en pleno s. XXI no es fácil.
Tras pasar dos temporadas en el Teatre Condal con Gordas, la compañía Bendita Inocencia vuelve con su nueva producción.
Una comedia sobre la ansiosa búsqueda del amor en la era del match, sobre la amistad, sobre hacerse mayor y no saber por dónde te llegarán las historias…
Y sobrevivir en un mundo que no nos enseña a amar. Ni a querernos. La historia va así: Karma se hace Tinder. Karma conoce a Leo. No todo sale bien desde el principio, ambos son un poco torpes. Pero Leo acaba desatado todo un remolino de emociones.
Ah, y también está Roberto, que no quiere perderse nada de esta historia. Y no tiene miedo a colocarse una buena peluca para pasar desapercibido.
Yo siempre seré yo, pese a ti es, en definitiva, una comedia… casi, casi, casi romántica.