Reivindicar el derecho de las mujeres al placer es parte del empoderamiento feminista. Utilizar el placer sexual como arma política, perrear contra el patriarcado. Se nos educa desde el miedo e incluso desde la represión, la sexualidad es objeto de dominación y peligro pero también es un espacio para la resistencia. Una lucha que se puede hacer desde el placer y el gozo. Dos espectáculos que abordan todo esto desde diferentes ángulos, y que han agotado entradas una y otra función en el Teatro del Barrio, vuelven en junio a cerrar la temporada....