Sentirse, quererse y aceptarse como uno es, por tópico y manido que parezca, no siempre es fácil. En una sociedad con predominio de los cánones de belleza, las tallas ajustadas y los cuerpos cincelados en gimnasios, vale la pena apartar el michelín y abrir un espacio donde, a través del humor, veamos qué implica la discriminación, estigmatización y prejuicio por tener un cuerpo considerado no normativo. Este lugar es Los Teatros Luchana, con una obra que está rompiendo todos los moldes....