Las pulsiones exacerbadas y las conductas psicóticas pueden traer consecuencias a propios y ajenos. Pedir ayuda o simplemente dejarse ayudar es siempre la solución, pese a no saber si el que tenemos enfrente también la necesita. Si desean poner cara y voz a esta reflexión y disfrutar de un clásico de la literatura universal, pueden visitar el Teatro Infanta Isabel....