Esta será la segunda edición en que Irene Pardo estará al frente de uno de los festivales más longevos y queridos de nuestro país, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Después de aquella atropellada edición, en la que apenas tuvo tiempo de respirar, este año sí ha hecho, junto a su fiel equipo, un festival a su medida, ha sido capaz de construir la horma de su zapato. Con más ilusión, si cabe, que la pasada edición, sigue trabajando para que el público que visite el festival sea feliz. Y para ello no ha escatimado en esfuerzos. Como buen capitán de barco consigue embarcar a todo el Patronato de su Fundación en su proyecto, sacando de ellos lo mejor y explotando al máximo sus posibilidades. Como si de una rígida maestra de ballet se tratara...