Desde hace algunas temporadas el número de espectadores que asisten a las representaciones del Teatro de la Zarzuela ha ido en aumento, y como consecuencia, en los últimos años se ha registrado un considerable descenso de la edad media de quienes ocupan las butacas. Por su parte, el público habitual, cuya lealtad ha permitido mantener vivo el género y su teatro, sigue fiel a la cita. Son por tanto varias generaciones las que hoy se reúnen en el coliseo de la plazuela de Jovellanos, que en octubre de este año cumplirá 166 años, para disfrutar con idéntico entusiasmo de nuestro patrimonio.